Santiago Vizcaíno: Dejo que el acto de la escritura se dé de forma natural

Por Lainerys Carbonell

El poeta, narrador y editor ecuatoriano Santiago Vizcaíno (Quito, 1982) forma parte del jurado de Novela del Premio Literario de la Casa de las Américas 2022. De este modo, trabajará con sus colegas para decidir quién merecerá este año el premio en esta categoría. A su vez, compartirá con los lectores cubanos algunos de sus poemas, en una lectura donde acompañará a los poetas Basilia Papastamatíu y Jorge Boccanera.

Vizcaíno afirma que como escritor no apura el proceso de creación literaria, al contrario, no tiene prisa por publicar sus libros y no se obliga a escribir. Antes tiene que sentirse atravesado y con el ánimo dispuesto.

En sus diversos libros de poesía como Devastación en la tarde, En la penumbra o Hábitat del camaleón; como en su volumen de cuentos Matar a mamá y sus novelas Complejo o Taco Bajo reconoce, entre muchos otros, la influencia de Rilke, Pizarnik, Borges, Joseph Roth, Kafka, Whitman, Marosa di Giorgio, Pessoa y Onetti.

En numerosas ocasiones se ha afirmado que la poesía es un género desfavorecido frente a otros como la novela, que recibe casi siempre la atención de los grandes conglomerados editoriales y los lectores. ¿Es cierto que los libros de poesía solo los leen los mismos poetas?

Creo que los poetas están conscientes del hecho de que sus lectores forman un grupo reducido. A excepción de unos pocos, en pleno ejercicio de la poesía, la mayoría centra su preocupación en el ejercicio de la escritura.

El fenómeno de consumo tiene que ver más con el mundo editorial, que resuelve la existencia de un mercado pobre con otros mecanismos de distribución o difusión como encuentros de poesía, subvenciones estatales o publicaciones autogestionadas.

A pesar de una realidad adversa para los libros de poesía, los ejemplares se mueven en círculos poderosos de resistencia. En cada país hay al menos un festival de poesía emblemático y los poetas emergen de todas las latitudes, aún a costa de la degradación de la imagen del poeta. Siendo así, los mismos que tienen intención de producir una obra son los que consumen lo que se publica.

Santiago Vizcaíno y las narradoras Dazra Novak (Cuba), Mayra Montero (Puerto Rico) y Claudia Apablaza (Chile) conforman el jurado de Novela del Premio Casa 2022

La realización del Premio Literario de Casa de las Américas, hace más de sesenta años, ha permitido constatar la diversidad del movimiento poético, así como su permanente renovación en América Latina y el Caribe. En este sentido, ¿podría arriesgar una valoración sobre el estado actual de la poesía que se escribe en la región?

Es difícil hablar de la poesía de todo el continente. Solo la poesía que se hace actualmente en México podría dar para hablar del estado de un continente. La poesía es proyecto de una vida. Por ende, lo que encuentro son voces que me interesan a lo largo de América. Digamos, en Estados Unidos, me interesa la poesía de Charles Simic, Roberth L. Jones, Gary Soto o Carolyn Forché; en México, Coral Bracho, David Huerta, Balam Rodrigo, Andrea Muriel, Luis Eduardo García o Andrea Rivas; en Guatemala, Enrique Noriega o Manuel Gabriel Tzoc Bucup; en República Dominicana, León Félix Batista; en Panamá, Javier Alvarado; en El Salvador, André Cruchaga; en Nicaragua, Jazmina Caballero; en Cuba, Reina María Rodríguez, Nancy Morejón o Roly Avalos Díaz; en Colombia, Antonio Correa Losada, Larry Mejía, Sergio Muñoz, Daniela Prado, Alejandra Morena Moraes o Alejandra Lerma; en Perú, John Martínez, Victoria Guerrero, Paul Guillén, Diego Lazarte, Giancarlo Huapaya; en Ecuador, Juan José Rodinás, Valeria Guzmán Pérez, Gabriela Vargas, Víctor Vimos, Andrea Rojas, María Auxiliadora Balladares o Yana Lucila Lema; en Venezuela, José Gregorio Vázquez o Carlos Katán; en Chile, Elvira Hernández, Nadia Prado, Gladys González, Alexis Figueroa, Germán Carrasco o Paula Ilabaca; en Argentina, Sebastián Goyeneche o Lilia Parisí; en Brasil, Fabiano Calixto o Marcelo Montenegro. Sé que me faltan nombres y países, pero es lo que ahora recuerdo. 

Sabemos que, tanto la poesía como la narración, tienen una fuerte presencia en su creación literaria. Actualmente, ¿cuáles proyectos literarios abonan este camino?, ¿reconoce algún punto de contacto entre su poética y su narrativa?

Acabo de publicar el libro de cuentos El ángel de la peste, que salió en Colombia, Ecuador y pronto saldrá en México. Terminé de escribir una novela corta, que estoy dejando reposar. También empecé a esbozar lo que sería una tercera parte de las novelas de Willy (Complejo y Taco bajo), pero apenas tengo párrafos, ideas sueltas. Tengo, además, un poemario inédito que me gustaría publicar en los próximos años y que sigue alimentándose de a poco. No tengo ningún apuro por publicar ni tampoco me obligo a escribir. Dejo que el acto de la escritura se dé de forma natural.

Creo que cada género requiere de un tiempo y una disciplina distintos. También un ánimo distinto. En el caso de la poesía, por más místico que parezca, sí se necesita estar tocado, atravesado por algo. Para el desarrollo de una novela se necesita paciencia y tiempo, y una gran tenacidad, que hace posible que uno llegue hasta el final. Trabajo básicamente con ideas. Cuando surge una idea que puede ser un cuento, la anoto y luego trabajo sobre ella. Lo mismo con los poemas. No me siento a escribir libros. Me siento a escribir con una vaga idea o a veces con una idea penetrante, que se vuelve poema, cuento o novela. El ensayo es otra cosa. El ensayo es arriesgarse por una forma de ver el mundo y por ello se tiene que sostener.

Háblenos sobre la editorial Grado Cero Editores, en qué momento se encuentra y por qué abrir una nueva línea de publicaciones dedicada a la narrativa nacional e internacional en formato electrónico.

En el año 2012 publicamos mi libro de cuentos Matar a mamá, en coedición con La Caída Editores, para abrir la editorial. Luego, hicimos una segunda edición bilingüe en el año 2014. Antes de la pandemia, en  2019, decidimos retomar el proyecto Grado Cero con un enfoque en lo digital. La razón es que es muy difícil la distribución de ejemplares físicos desde y en Ecuador. Los costos de movilidad son muy altos y las librerías no quieren recibir los títulos ecuatorianos, aunque suene ridículo. Enfocarnos en la parte digital ha permitido que nuestro pequeño catálogo tenga mejor distribución y difusión.  Tenemos la posibilidad de distribuir libros electrónicos en más de 500 tiendas digitales en formato ePub y audiolibro.

Los escritores no pueden desligarse de la sombra tutelar de algún padre o madre literarios. Ante esta imposibilidad, ¿quiénes son los escritores que le han servido de referencia?

Depende mucho de lo que esté escribiendo, pero reconozco en mis obras la clara influencia de Ovidio, Eliot, Rilke, Pizarnik, Borges, Joseph Roth, Kafka, Whitman, Marosa di Giorgio, Pessoa, Henry James, Joseph Conrad, Onetti, Virgilio Piñera, Raymond Carver, Faulkner, Cormac McCarthy, Patricia Highsmith, entre tantos otros.

Un comentario

  1. Creo que ésta entrevista denota la realidad de escritura del autor, mas quiere detallar de manera general su quehacer literario como narrador y poeta. Y seguirá mientras la existencia le permita seguir contando sus nuevas creaciones que de lo poco un mucho que leído sus obras refleja ésta cualidad que desarrolla a su estilo y ritmo.

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