
El XIX Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), se celebró entre el 20 y el 26 de abril en Caracas, Venezuela. La Ventana comparte su declaración final.
Nuestra generación ha demostrado ser digna heredera de las banderas de lucha que se levantaron en 1918 con la Reforma de Córdoba. Nos convertimos en fervientes luchadores por los derechos del estudiantado latinoamericano y caribeño, siendo verdaderos impulsores de la defensa a la soberanía y el bienestar de nuestros pueblos. El XIX Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (XIX CLAE), desarrollado del 20 al 26 de noviembre de 2022 en Caracas, Venezuela, ha constituido el principal espacio de debate y construcción colectiva de las y los estudiantes del continente para reafirmar la Unidad y la resistencia como las únicas vías para alcanzar la América soñada. Es por esto que desde la tierra del Libertador Simón Bolívar y con la premisa de continuar por la senda histórica recorrida por nuestros héroes y mártires, declaramos:
1-Mantener activamente las denuncias a las problemáticas educacionales en nuestra América y exigir una educación no solo pública, gratuita y de calidad, sino que recoja las visiones del movimiento estudiantil latinoamericano.
2- Generar las propuestas para avanzar también una educación que sea realmente liberadora, transformadora, emancipadora, inclusiva, pertinente y con perspectiva de género; entendiendo las realidades sociales de los países donde se discrimina, invalida e invisibilizan a las personas.
3- Crear un espacio de formación y culturización para rescatar y promover los hechos históricos que han marcado la identidad de nuestros pueblos en América Latina y el Caribe, para romper con el discurso de desarticulación de la unidad.
4- Rechazamos las políticas racistas que aún sostienen condiciones de marginalidad y desigualdad a nuestros pueblos originarios y a las poblaciones afrodescendientes. Es un compromiso de la OCLAE, trabajar en pro de fortalecer una educación antirracista y anticolonial.
5- Luchamos contra la opresión machista y patriarcal. Nuestro feminismo debe luchar por la construcción de una sociedad sin clases y combatir la naturalización de los roles culturales e históricos de secundarización y sumisión de las mujeres. Debe ser una propuesta que entrelace la abolición de la sociedad de clases con la eliminación del poder patriarcal, en clave emancipadora y superadora. Definimos al patriarcado como una forma de organización política, económica, religiosa y social que surge antes del desarrollo del capitalismo, basada en la idea de autoridad y liderazgo de los hombres en la que se da el predominio de estos sobre las mujeres; de la línea paterna sobre la materna. En este tipo de relación social se configuran «normas» sobre la sexualidad, producción y reproducción de las mujeres. La revolución será feminista o no será.
6-Apoyar la integración y unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños como vía para alcanzar un mayor desarrollo económico, político y social; con énfasis en la unidad y la solidaridad del movimiento estudiantil como única vía para el éxito.
7-Rechazar a toda forma de intervención imperialista en la región. La permanencia de bases militares extranjeras en nuestros países constituye una amenaza a la paz con justicia social regional y la libre autodeterminación de nuestros pueblos. Las transnacionales y los tratados de libre comercio saquean nuestras tierras y constituyen un freno para el desarrollo económico y social de nuestros países.
8-Defender nuestros recursos naturales y luchar por la preservación del medio ambiente, lo cual se traduce en una apuesta por la sostenibilidad de la especie humana. Por tal motivo, nos oponemos al esparcimiento de glifolsato que envenena nuestras tierras y alimentos; así mismo, rechazamos las acciones económicas y militares que ponen en riesgo existencia de nuestra selva Amazónica y el bienestar de sus poblaciones.
9-Rechazamos totalmente el modelo neoliberal propagado en la región de las Américas. Este no ha podido, ni podrá, atender las necesidades de los pueblos ante la crisis multidimensional que enfrenta actualmente la región.
10-Nos comprometemos con la defensa de la protesta social como derecho humano que ha sido criminalizado. Se expresa en la represión, desaparición, enjuiciamiento, chantaje, torturas y la muerte de estudiantes y dirigentes sociales por el único delito de exigir sus derechos. Legitimamos las distintas formas de movilización utilizadas en defensa de nuestros intereses. Exigimos la libertad de las y los jóvenes encarcelados en el marco de las rebeliones populares, en ese sentido nos solidarizamos con los compañeros Andrés Duque y Bremen Hinestroza, lideres juveniles colombianos. Así mismo rechazamos la utilización del lawfare para desestructurar el movimiento estudiantil y social.
11-Apoyamos la independencia de Puerto Rico y exigimos la libertad de los presos políticos. La dominación sobre esta isla hermana es una muestra de colonización moderna imperialista.
12-Los estudiantes latinoamericanos y caribeños respaldamos el derecho de Argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, actualmente ocupadas por el Imperialismo Británico. Estas islas son argentinas y latinoamericanas.
13-Reiteramos nuestra solidaridad con la lucha del pueblo Palestino por su independencia y condenamos el accionar terrorista e ilegal de Israel sobre el pueblo y el territorio de Palestina.
14-Respaldamos la lucha del pueblo saharaui por la liberación e independencia de sus territorios ocupados ilegalmente desde 1975 por Marruecos.
15-Rechazamos la intervención militar del imperialismo a la Republica de Haití y amparamos su legítimo derecho a ser un pueblo soberano e independiente. Repudiamos con la voz alta de todos los estudiantes haitianos, los sindicatos y los ciudadanos en general contra el gobierno de Dr. Ariel Henry, Primer Ministro de Haití que pretende generar una crisis humanitaria sin antecedentes por apoyo del Gobierno imperialista de EEUU y las misiones diplomáticas presentes en el país.
16-Rechazamos los procesos de desestabilización y militarización en el continente, ¡No a las bases gringas imperialistas en nuestra América!
17-Demandamos la devolución del territorio ocupado ilegalmente por Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo y ratificamos el apoyo al gobierno de Cuba ante las nuevas estrategias imperialistas para derrocar su sistema social.
18-Denunciamos la aplicación del criminal bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, desde hace más de medio siglo, por parte del gobierno de los Estados Unidos. Esta medida unilateral daña al pueblo cubano, viola sus derechos y dificulta su desarrollo. La existencia de esta política hostil y genocida busca asfixiar al pueblo de Cuba económicamente y obstaculiza el normal desenvolvimiento de sus instituciones comerciales y financieras. Exigimos que se levante esta injusta política para continuar con el proceso de normalización de relaciones diplomáticas, iniciado en 2015 y que se ha visto interrumpido por el recrudecimiento de esta medida por parte de las recientes administraciones estadounidenses.
19-Nos sumamos a las voces que, desde Colombia, respaldan la construcción de una realidad distinta, en franco tránsito de la guerra a la paz. Para ello, es necesario insistir en la implementación efectiva e integral del Acuerdo de Paz, como instrumento para sentar las bases de una paz estable y duradera sustentada en los valores de la democracia y la justicia social. Así mismo, respaldamos los esfuerzos del gobierno de Gustavo Petro para construir la paz integral en Colombia, que pueda consolidar la vía de la solución política al conflicto armado y lograr el triunfo definitivo de una de las aspiraciones más nobles del pueblo colombiano.
20- Condenamos el bloqueo criminal y la guerra económica contra Venezuela. Rechazamos rotundamente las medidas coercitivas unilaterales que asfixian el desarrollo social y económico de esta nación que representa un objetivo estratégico en la disputa regional, dado su papel de apoyo a varios procesos democráticos y progresistas. Respaldamos al pueblo venezolano y su derecho a llevar adelante un proceso autóctono y en favor de los más necesitados.
21- Apoyamos a Venezuela en el proceso de recuperación del territorio Esequibo, respaldados en el documento jurídico del acuerdo de Ginebra de 1966 que dictamina los pasos a seguir para la resolución de este conflicto territorial.
22- Los estudiantes de Nuestra América respaldamos al pueblo de Nicaragua que ha resistido con dignidad a los intentos imperialista por menoscabar la soberanía y la libre autodeterminación de esta nación y denunciamos las sanciones económicas unilaterales e ilegales de Estados Unidos de Norteamérica en contra de Nicaragua, mismas que contradicen el derecho internacional y que cobardemente buscan obstaculizar el libre y pleno desarrollo económico y social de esta nación Centroamericana.
23- Denunciamos al imperialismo norteamericano que históricamente a oprimido a los pueblos de nuestra América, generando planes sistemáticos impuestos a sangre y fuego por medio de dictaduras cívico militares. Reconocemos la lucha incansable de los movimientos sociales por memoria, verdad y justicia. Lamentamos la partida de Hebe de Bonafini, luchadora comprometida con los Derechos Humanos.
24- Repudiamos la imposición de un régimen de excepción por parte del gobierno de Nayib Bukele que anula garantías constitucionales de la población salvadoreña a través del cual persigue, encarcela y criminaliza a la juventud y en general a los sectores populares de este pueblo hermano.
25- Rechazamos las intenciones del Gobierno Dominicano de reducir el 4% del PIB al Ministerio de Educación. Exigimos a las autoridades dominicanas cumplir con la Ley 5738 que le otorga el 5% del presupuesto nacional a la educación superior, esto como medida para evitar los recortes a la educación que pretenden implementar los gobiernos que están al servicio de la oligarquía.
26- Finalmente resulta de suma importancia respaldar los esfuerzos de los distintos procesos de integración que se dan en la región, el ALBA, CARICOM, MERCOSUR, CELAC, UNASUR, como espacios que contribuyen al desarrollo de un bloque progresista en la región.
La unidad y articulación del movimiento estudiantil caribeño es una necesidad histórica, así como un mayor activismo de estas federaciones dentro de la OCLAE, esfuerzos que se renuevan en el presente y que saludamos con beneplácito.
La OCLAE recoge los anhelos de cambio y transformación de los estudiantes del continente. Asumimos los retos de trabajar por la construcción de un movimiento estudiantil más fuerte, que una, articule y sea protagonista en la lucha social y popular. Frente a la crisis del sistema capitalista que se desarrolla con más profundidad en la Patria Grande, llamamos a la unidad del estudiantado en defensa de nuestros derechos y libertades.
Hacemos un llamado a los gobiernos democráticos y progresistas del continente a unir esfuerzos en la integración latinoamericana y caribeña en pro de garantizar la educación como derecho fundamental en todos sus niveles, que garantice la movilización y organización del movimiento estudiantil, presupuestos dignos y escenarios suficientes para la construcción de las reformas educativas necesarias en el continente, en el marco de un escenario de dialogo y edificación conjunta de políticas de Estado.
La unidad del movimiento estudiantil en Latinoamérica y el Caribe es clave para combatir la ofensiva de la derecha y el imperialismo en el continente. La recuperación de los derechos obtenidos desde el Manifiesto Liminar de Córdoba se hace urgente. Se hace necesario defenderlos a través de la movilización, la propuesta y la unidad en acción y con programa, con el objetivo de reactivar a un movimiento estudiantil compactado, consolidado, fuerte, capaz de convertirse en el referente de los pueblos del continente.
«Me siento tan patriota de Latinoamérica (…) Como el que más»
Che Guevara
¡Viva el Movimiento Estudiantil Latinoamericano y del mundo!
#UnidosYEnResistencia
#EnPieDeLucha
#19CLAE