Por: Dayana Mesa Giralt

La emigración, el exilio, el desarraigo y la bicultularidad fueron algunos de los hilos conductores de los análisis en el Coloquio Internacional “Política y políticas en la historia y la cultura de mujeres latinoamericanas y caribeñas”, promovido por el Programa de Estudios de la Mujer de la Casa de las Américas.
El encuentro inició con la intervención de la socióloga Ana Niria Albo, quien se refirió a las formas nuevas de hacer política para latinos en los Estados Unidos; y en particular se detuvo en la gestión de la congresista Alexandria Ocaso-Cortez (AOC).
Nirio Albo apuntó que la joven Alexandria Ocaso, de ascendencia puertorriqueña y miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos desde 2019, descolla por su activismo en las redes sociales y desafiar constantemente el establishment de su país, al enfrentar públicamente discursos racistas, divisionistas y de incitación a la violencia.
“Con una agenda en la cual el cambio climático, los temas relacionados con el sistema de salud, la educación y una ética fuera de lo tradicional, AOC (conocida ya mundialmente) es amada por su más de 13 millones de seguidores en Twitter; y odiada y vilipendiada por una derecha y una centro derecha ultra conservadora, que no concibe sus propuestas, sus maneras y sus alianzas con gente de la izquierda estadounidense”, consideró.
Y en esas “nuevas” formas de hacer campaña Nirio Albo explicó que AOC tiene como una de las herramientas clave de su estrategia la personalización de su discurso.
Como fenómeno de las redes sociales particularmente en Twitter e Instagram, la congresista enfocó su identidad individual desde las técnicas del storytelling y storydoing, narrativas discursivas en las que las historias de vida se convierten en herramientas poderosas.
Según dijo la socióloga cubana, la gestión de AOC en el Congreso norteamericano también acompaña los temas medioambientalistas, de asistencia social a familias migrantes, la cercanía a las comunidades marginadas y minorías, programas de reducción de la violencia, de alfabetización, y una lucha perpetua en favor de la legalización del aborto, como un derecho de las mujeres.
“Lo que tal vez hace a AOC singular es, por un lado, su agenda política marcadamente hacia la izquierda, y por el otro, las formas en las que esa agenda se expresa”, apuntó Ana Niria Albo, quien también forma parte del Programa de Estudios sobre Latinos en los Estados Unidos, de la Casa de las Américas.
Como una de las invitadas a la mesa de debate, por su parte, la investigadora y profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de la Universidad de La Habana (UH), Sonia Almazán del Olmo, presentó sus consideraciones sobre la poeta y activista cubana Lourdes Casal (1938-1981).
Con una obra marcada por el drama migratorio “la nostalgia y el desarraigo, la hibridez de su ser, se expresa con enorme fuerza en la producción artística y literaria, y en su vida”, afirmó la conferencista.
Por eso siempre permaneceré al margen, /una extraña entre las piedras,/aún bajo el sol amable de este verano,/como ya para siempre permaneceré extranjera,/aun cuando regrese a la ciudad de mi infancia,/cargo esta marginalidad inmune a todos los retornos,/demasiado habanera para ser newyorkina,/demasiado newyorkina para ser/-aun volver a ser-/cualquier otra cosa*
También apuntó que, a pesar del reconocimiento de su biculturalismo, es interesante cómo apareció en Lourdes Casal una voluntad de acercamiento a Cuba, a partir de la necesidad reencontrarse con sus raíces.
“La Habana, su infancia, es su identidad, y New York es el sitio en el que se definió su sentido de marginalidad”, señaló la investigadora.
Para reforzar esta última afirmación Almazán del Olmó citó textos de la autora cubanoamericana donde son evidentes estas particiones de espacios físicos e identitarios.
Pese a su destierro personal, la artista construyó puentes de entendimiento entre la nación y la emigración cubana en los Estados Unidos.

En otro orden, Caridad Atencio, del Centro de Estudios Martianos, se refirió en su exposición a la poeta y narradora Dolores Labarcena (Santiago de Cuba, 1972), que en la actualidad reside en Barcelona.
Sobre los textos de Labarcena la investigadora dijo que se adivinan temas relacionados al fundamento del exilio, a aquello que se deja, a la sorpresa de lo nuevo y la aventura.
“En relación a los inmigrantes y refugiados, se nota una introspección en lo humano despojado de identidades nacionales”, lo cual se refleja en el poemario Tundra.
En la sesión desarrollada en la sala Manuel Galich de la Casa de las Américas, también intervinieron las panelistas Yaremis Rodríguez y Eloida Kindelán, de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana, quienes dialogaron sobre la contribución del Frente Cívico de Mujeres Martianas al proceso de lucha en Cuba durante los años 1952-1958; y la figura de Vilma Espín al frente de la Federación de Mujeres Cubanas, luego del triunfo revolucionario de 1959, respectivamente.
*Poema Para Ana Veldford, de Lourdes Casal