Arte, naturaleza y crisis ambiental en el Caribe

Por: Elizabeth Quintana Lezcano 

El IX Coloquio Internacional La diversidad cultural en el Caribe “Paisajes, derechos de la naturaleza y ecopoéticas en el Caribe” acogió la participación de investigadoras cubanas que argumentaron cómo las crisis y desastres medioambientales se reflejan también en la vida cultural y artística de las naciones caribeñas.

El panel “Fenómenos y recursos ambientales: testimonio y resiliencia en/desde el Caribe” estuvo compuesto por la profesora de la Universidad de La Habana, Marisleidys Concepción Valdés, quien ofreció la conferencia “Vulnerabilidad y resiliencia en el Caribe neerlandés”, en la que señaló la poca presencia de la región caribeña neerlandesa en los estudios académicos ecológicos, a pesar de que este territorio, que no ha estado exento de amenazas medioambientales relacionadas con el cambio climático, ha demandado una serie de políticas gubernamentales de adaptación y mitigación para solventar estas dificultades. Las islas que conforman el Caribe neerlandés son particularmente vulnerables a los cambios climatológicos que está experimentando el planeta producto de la acción del hombre, pues su reducida superficie territorial las coloca en una posición desventajosa frente a eventos hidrometeorológicos, además de la precarización de los arrecifes coralinos, que provoca una reacción en cadena en el hábitat marino con consecuencias nefastas para los habitantes isleños. Su situación política tan excepcional propicia que sus gobernantes no siempre velen por los intereses del territorio, que sufre en pleno siglo XXI los efectos de la colonización, pues muchas de las naciones que conforman el Caribe neerlandés continúan bajo la tutela de los Países Bajos como “municipios especiales”.

La moderadora Anabel Martell (izq.) y Marisleidys Concepción Valdés, de la Universidad de La Habana

Por su parte, la profesora e investigadora Neris Rodríguez, de la Universidad de Oriente, habló sobre ese imprescindible recurso natural sin el cual no fuera posible la vida, en su conferencia “El recurso agua, parte del patrimonio natural de la humanidad en el discurso ecopoético”, en la que expuso el riesgo inminente que representa el control del agua por las potencias mundiales a través de un estricto monopolio económico, una vez que esta empiece a escasear a causa de las crisis medioambientales en el planeta como resultado de la acción del hombre, así como el papel de la poesía para despertar una conciencia ecológica que mueva a la acción responsable.   

Las integrantes del panel “Lecturas críticas sobre el arte, naturaleza y crisis ambiental en el Caribe” se desplazaron hacia los terrenos de la creación artística con la intervención de la profesora Gabriela Ramos Ruiz, especialista del Centro de Estudios del Caribe, quien presentó su conferencia “Vieques: apuntes de una crisis desde las prácticas artísticas”, en la que hizo énfasis en la presencia militar de los Estados Unidos en el Caribe hispano contemporáneo, en especial en esta isla. Mencionó que el gobierno estadounidense ha utilizado históricamente algunos territorios caribeños como bases militares, empleadas para asegurar el dominio geopolítico de la región, y como espacio de almacenamiento y de prueba de armas tóxicas, conjuntamente con la realización de maniobras militares con efectos contaminantes.

Gabriela Ramos Ruiz, especialista del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas

Advirtió que antes que la armada estadounidense se posicionara en la isla puertorriqueña durante los últimos sesenta años, sus principales recursos económicos eran la pesca, el cultivo de la caña, la ganadería y los frutos menores, actividades que se han visto seriamente afectadas por los continuos bombardeos de aviones o buques, desembarco de anfibios, ensayos con nuevos armamentos químicos nocivos y la creación de vertederos de productos militares. Actualmente Vieques experimenta la tasa más alta de cáncer, alrededor de un 27% superior a la media de Puerto Rico. A partir de 1999 se intensificó la lucha del pueblo puertorriqueño por expulsar a la marina estadounidense, que concluyó con la salida de las fuerzas armadas en el año 2003. A pesar de que el gobierno norteamericano se comprometió a desarrollar una intensa labor de saneamiento y descontaminación para revertir los efectos medioambientales dejados atrás por el ejército, veinte años después el panorama continuaba siendo desolador. Los artistas que formaron parte activa de la lucha llevaron a cabo el 28 de agosto de 2000 una acción de desobediencia, al traspasar los límites impuestos por la Marina, para desarrollar actividades teatrales y pictóricas donde reclamaban el paisaje que les había sido arrebatado. Gabriela Ramos se detuvo en tres artistas, Rafael Trelles, Jennifer Allura y Guillermo Calzadilla, que han dedicado gran parte de su obra a denunciar los efectos medioambientales provocados por la intervención militar y documentar la lucha del pueblo puertorriqueño por recuperar no solo el espacio geográfico intervenido, sino también su riqueza ecológica.

La profesora Flavia Valladares Más de la Universidad de La Habana

La profesora Flavia Valladares Más retomó la conversación iniciada por su colega con la pregunta “¿Una estética residual en el arte del Caribe?”, que sirvió de título a su conferencia, en la que abordó una zona del arte caribeño que emplea desechos como materiales creativos para llamar la atención sobre el impacto de la contaminación ambiental producida por los humanos.

Para su análisis rescató las definiciones de paisaje del residuo de Joan Nogué y los tropos medioambientales paradigmáticos estudiados por la investigadora ecocrítica Gisella Heffes, para quien “la recolección de basura y reciclaje conforman una de las formas de supervivencia utilizadas por aquellos sujetos excluidos e inmersos en una pobreza constante y continua”, de acuerdo con una cita hecha por Valladares.

Estas condiciones extremas conducen a la formación de una eco-conciencia que exige una transformación radical, social y política, observable en la obra de muchos creadores caribeños. La ponente mencionó como exponentes de esta “eco-conciencia del residuo humano” a los artistas Tomás Sánchez, Oliver Benoit, Donna Conlon, Jonathan Harker, Roberto Stephenson, Soucy de Pellerano, entre otros.

Kirenia Rodríguez Puerto, profesora de la Universidad de La Habana, compartió su acercamiento al trabajo de un grupo de artistas haitianos

Por su parte, la profesora Kirenia Rodríguez Puerto compartió su acercamiento al trabajo de un grupo de artistas haitianos con su conferencia “Atis rezistans: resistencias decoloniales y transformación ambiental”. En su intervención explicó las coordenadas de este colectivo de escultores haitianos nucleados en Grand Rue, Puerto Príncipe, y liderados por André Eugène y Jean Herard Celeur. Los integrantes de Atis rezistans son herederos de una larga tradición de cimarronaje cultural, que asume con conciencia creativa y política las singularidades de los contextos periféricos y cuya vocación artística es engendrada desde la alteridad.

Durante esa tarde de intercambios y reflexiones, también se dio la oportunidad de presentar el libro Baracoa: Raíces vivas de la cocina cubana, del historiador e investigador antropológico Javier Lafita Labacena, publicado por la Editorial ArteChef de la Federación Culinaria de Cuba.

En este volumen, el autor incursiona en la cocina tradicional de la primera villa fundada por los españoles en la isla: Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, región declarada Patrimonio Cultural del país, con un largo historial de arte culinario que incluye platos típicos en los que sobresalen ingredientes como el tetí, el coco, el chocolate, entre otros.

Presentación del libro Baracoa: Raíces vivas de la cocina cubana

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