Nahela Hechavarría || En momentos como los que vivimos, oscilando entre el encierro y las nuevas reglas de vida que esta pandemia mundial ha impuesto, volver la mirada hacia el arte que nos habla de los espacios de soledad, autosuficientes y, en apariencia, libre de conflictos, es si bien una manera de canalizar disquisiciones existencialistas, profundamente humanas.
