Sheyla Valladares || Aunque a veces no existan las palabras correctas para explicar las relaciones más profundas que establecemos con los otros, para la que fundaron Haydee y Pablo, son útiles «amigos», «confidentes». Desde el momento en el que la conoció, el joven trovador entendió su manera particular de acoger la Revolución y devolverla convertida en espacios de encuentro, de entendimiento, de diálogos fecundos, en belleza para la vida. Y le correspondió con la misma claridad y su creencia rotunda en Haydee, que para él era la Revolución.